CRUCITA GUTIÉRREZ SEGOVIA: MIS AMIGOS PINTORES

CAROLINA DE SIERRA ONTAÑÓN
Madrid - España

"Recordando etapas de su vida" (1)

CAROLINA DE SIERRA ONTAÑÓN

“Carolina de Sierra Ontañón nace en Madrid, España, en 1971, donde actualmente reside. Sus primeros meses de vida se desarrollan en África, más concretamente en El Aaiún, (Sáhara Español), donde vivió durante muchos años su familia materna, y donde se conocieron y enamoraron sus padres… Es quizá por eso y por la continua presencia en su vida de aquella época, de sus vivencias , de su familia y amigos en aquellas tierra, y no por lo poco que pudiera recordar ella misma de ésa etapa de su vida, por lo que quizá se vea reflejado todo aquello tribal y primitivo que pueda saborearse en su naïf. Por contraste, también se pueden destacar de su temática los verdes , el denso follaje y las extensiones abiertas…, el campo que tanto reitera en sus cuadros y que nos presenta tanto en versión miniatura, como en tamaños descomunales. El norte de España y en concreto Galicia, es otro factor influyente en su pintura. Allí residió su familia materna, y allí forjó ella durante su niñez, el amor a los verdes y a la densa naturaleza.” (2)

CAROLINA DE SIERRA ONTAÑÓN

“Carolina de la Sierra ha realizado numerosas exposiciones de su obra en España y en el extranjero. Carolina nos cuenta que pinta lo que es, en sus cuadros intenta plasmar aquellos valores a los que ella da prioridad en su vida: honestidad, nobleza, sensibilidad, amistad, lealtad, familia, ternura, luz, naturaleza, …vida. Nos cuenta, que quien mira sus cuadros conoce un poco de su alma.” (3)

CAROLINA DE SIERRA ONTAÑÓN

“Contemplar la obra de Ontañón es introducirse en sus sueños, en una fantasía continuada con escenas que hemos vivido. Reproduce en sus soportes la realidad, la consecuencia del día a día de tiempos pasados y actuales. La artista se ha instalado en el Naïf para poder desarrollar en cada cuadro una visión amplia de su ilusión infantil, relatando una historia que en pequeños espacios se pueden contemplar. Nos invita a sus sueños, a su entorno, y nos hace ver que hemos de parar un poco, que retrocedamos y recuperemos un poco nuestra fantasía de ayer, ya que ello nos alimentó para ser mayores, y que hoy son necesarios para encontrarnos con nosotros mismos.” (4)

CAROLINA DE SIERRA ONTAÑÓN

“La suave brisa de un ingenuismo de buena ley acaricia las telas de Ontañón y le deja un sello personal. Se aleja de lo Naïf y entra de lleno en el cielo de los artistas que conservan la pureza en la mirada. Una mirada limpia, que sólo acepta la parte bella de la realidad, manteniendo el recuerdo de lo agradable y cerrando los ojos a todo aquello que no es grato. En realidad Ontañón pinta la utopía, pinta lo que quisiera que fuera cierto, pero que quizá no lo es. Acentúa voluntariamente los rasgos de sus personajes, dulcificándolos, también otorga un toque de humano a los animales que plasma, y crea coreografías rítmicas cuando describe la naturaleza. En sus árboles, se nos ofrecen multiplicadas las hojas en una repetición perfecta, a través de la cual, crea espacios acogedores para las figuras y animales que describe. Ontañón convierte cada una de sus telas en una poética oda que refleja la idealización que con los ojos del alma contempla.” (5)

CAROLINA DE SIERRA ONTAÑÓN

“Bello es el mundo que Ontañón presenta con su obra. Existe y ella sabe verlo, lo descubre y nos lo ofrece. Muchas veces nuestra mirada se halla impregnada de la realidad casi siempre desagradable y no nos percatamos de la belleza que encierran muchas pequeñas cosas . Ontañón sabe convertirlas en tema de sus obras y así las transmuta en una suave y refrescante brisa que nos infunde aliento para enfrentarnos con la realidad. Su pintura, siempre bien realizada, y con un toque Naïf, es de las que quedan en el recuerdo.” (6)