MIS CUENTOS DE CABECERA

"TODO EN SU SITIO"

EL LAUREL Y  EL LIMÓN: Crucita Gutiérrez Segovia
 Acrílico y Collage sobre papel Aquari hecho a mano

Impoluta, brillante, antihistamínica y tan blanca como si la acabasen de encalar. Y toda la casa igual que ella, sin una brizna de polvo. Y cada cosa en su sitio, enloquecídamente en su sitio. Abre la puerta y me espera en el zaguán con un paño en una mano con el que limpia las huellas del timbre al que acabo de llamar y, en la otra, una especie de pantuflas de toalla que debo calzarme y arrastrar por toda la casa para ir sacando brillo a cada paso. Entro en el dormitorio y me quito el pantalón que, automáticamente, lo cuelga en el armario después de haberlo cepillado; no me da tiempo a decirle que el polo está limpio y me lo quiero poner por la tarde porque ha salido corriendo a llevarlo, junto con la ropa interior, al lavadero. Me pongo el batín, me vuelvo a calzar las pantuflas y continúo mi viaje por el pasillo hacia el baño para darme una ducha. El suelo brilla tanto que parece un espejo y tengo la sensación de que, en uno de mis pasos, voy a caer por un abismo. Y siento que tanta limpieza me corta la respiración y me ahoga. La única licencia que me puedo permitir, porque no me ve, es la de mearme en la bañera.

Crucita Gutiérrez Segovia

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Fotografía: 

Propiedad de Crucita Gutiérrez Segovia

Texto:

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